Querido Leo:

No espero ni pido que me entiendas, y mucho menos que me creas, pero sé que mañana ocurrirá algo extraordinario.















miércoles, 14 de septiembre de 2011







Desde la ventana de mi habitación alcanzo a ver un bosque, que sus raices alcanzan la mayor parte de la montaña que tengo delante. Todos estos árboles lucen un aspecto primaveril, de densas hojas de un color verde oscuro. Pero hay un haya que está envejeciendo, es más sensible que los demása los cambios de temperatura, y sus hojas están marrones, casi amarillas.

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